El festival de San Pedro del Pinatar, que celebró su vigésimo quinta edición en honor a Camarón de la Isla, reunió a tres de las grandes figural del cante flamenco actual que hicieron disfrutar a un público entregado desde el primer momento.
El recinto ferial de San Pedro del Pinatar acogió este año el festival, que arrancó con el cante gaditano de La Fabi, que homenajeó a la tierra con los cantes de levante y se peleó por seguiriyas, demostrando su naturaleza artística y cantaora.
Ya por fiestas, embobó al aforo con su gitanería, en primera línea de escenario junto a su escudería: Curro Carrasco a la guitarra y al compás su marido, el cantaor Manuel Zambullo y José de Mode.
Éxito rotundo para la cantaora que rompió el hielo con un repertorio variado y que logró meterse en el bolsillo a la afición flamenca con su poderío y su fuerza.
Israel Fernández era otro plato fuerte esperado de la noche, junto a su binomio Diego del Morao.
Se le escuchó cómodo en el compás de doce y también en los tiengo y tangos que solventaron junto a Manuel Carpio y "El Pirulo" de Jerez, pero fue en las bulerías donde su velocidad vocal hizo acto de presencia y la sonanta del jerezano, culpable del sentimiento de identidad flamenco de los presentes y arrancando oles a destajo, fabricaron las delicias de un aforo sediento de compás, gitanería y talento.
Remató la noche Pedro "El Granaíno" junto a las seis cuerdas de Antonio de Patrocinio Hijo, que deleitaron a su fiel público con un abanico flamenco que partió por seguiriyas y remató por bulerías sin olvidarse del genio de la Isla, al que le dedicó el Réquiem que en su día grabó junto a Vicente Amigo.
Mención especial para el cantaor que venía de recuperarse del COVID y se probó en San Pedro del Pinatar para continuar su larga gira veraniega marcada por su cercanía, sencillez y compromiso con la cultura flamenca.
Así finalizó la noche, un evento cargado de incertidumbre y nervios que se zanjó con el beneplácito de una afición sedienta de buen flamenco, unos artistas conscientes de su cometido y una organización pendiente de que la normativa fuese justamente cumplida en cada momento del festival.
El año que viene, más y mejor, partiendo de la sonrisa y el buen sabor que deja el regreso de este festival que marca el pistoletazo de salida de todos los eventos flamencos del verano en la Región y que es un buen augurio para todos los que le preceden.
function { ;(, , {});}
Source: Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar